El Atleti se proclama campeón

     Tras la derrota del San Benito por 2 - 0 frente al Arcos, partido al que asistieron varios jugadores ubriqueños para animar a los arcenses e informarse del resultado del equipo a sobrepasar en la competición, el Ubrique consiguió la victoria en Jerez contra el San José Obrero por 0 - 3.

     El partido de la última jornada estuvo totalmente dominado por los ubriqueños. En los primeros minutos Lolo chutó a portería pero el portero rechazó el esférico. El primer gol llegó temprano por parte de Mario Chacón. Maikel centró raso al segundo palo donde el número 10 remató a puerta vacía, y celebró con José Antonio (melón). Tras el gol un jugador jerezano fue expulsado. El portero ubriqueño se tiró al suelo protegiendo el balón y perdiendo tiempo, lo que provocó la ira del delantero local y que le propinó un pisotón en la espalda. Por suerte, el portero ubriqueño salió ileso de la acción. Mario volvería a anotar en un disparo desde fuera del área que dio en el palo y acabó en las mallas. Aquí la alegría de los ubriqueños era máxima. Los jerezanos seguían sin provocar peligro alguno. A pocos minutos de terminar la primera parte Lewis marcó el último gol del partido. A la salida de un córner recogió el rechace al borde del área del portero y reventó la bola en la portería. El partido ya estaba prácticamente resuelto.
     La segunda parte fue más tranquila y se utilizó para mantener el resultado. A pesar de no anotar ningún gol más, Txema y Antonio Domínguez lo intentaron varias veces sin éxito. Los jerezanos seguían sin atacar. Ni siquiera sacaron provecho de las faltas laterales y las colgadas desde su campo por el portero que tenía un potente saque. Este fue su forma de juego, cada vez que el Ubrique llegaba a portería y el guardameta atajaba el esférico, pateaba largo para que los delanteros lucharan la bola en el borde del área, buscando el fallo de la zaga contraria. No consiguieron ningún gol por el gran trabajo en defensa del equipo desde el delantero hasta el portero.

     Antes del pitido final, el banquillo visitante estaba en pie y nervioso para comenzar la celebración. Ya terminado el partido los jugadores ubriqueños se unieron en una piña en el centro del campo a grito unísono de CAMPEONES. Tanto el entrenador, como el delegado y otros seguidores del equipo fueron manteados. Los ganadores venían preparados con botellas de champán y las abrieron en el campo frente a los seguidores. Los jugadores se cogieron de las manos, empezaron a correr hacia los aficionados y se tiraron a sus pies.
     La fiesta siguió en los vestuarios y en el autobús. Una vez en Ubrique todo el equipo e incluso la directiva fueron a celebrarlo a La Bodeguita y a La Peña Bética, donde comieron y bebieron en forma de celebración. Los cánticos de los jugadores se podían oir por las calles ubriqueñas y en los bares.
     Hay que agradecer a la afición que a pesar de no haber sitio en el autobús donde eran trasladados lo jugadores, buscaran otro transporte con tal de ver al Ubrique Atlético en el partido de su proclamación como CAMPEONES.

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